¿Como leer más rapido?




Cómo absorber la información de forma rápida y eficaz

 

Hay ocasiones que sufrimos una sobrecarga de información. como cuando tienes que entregar un informe en tu trabajo, cuando estas redactando la tesis para la universidad, o simplemente estas instruyendote en tu disciplina. Tienes un montón de información que leer y el tiempo corre.

Queres investigar el material rápidamente a la vez retener suficiente información para elaborar un buen resumen. Tenés que ser capaz de leer rápidamente.

En este artículo, analizaremos las habilidades de lectura dinámica y exploraremos las técnicas que puedes utilizar para leer mejor y más rápido. También consideraremos los pros y los contras de la lectura rapida: cuándo es apropiado utilizarla y los efectos que puede tener en la comprensión.


¿Qué es la lectura rápida?

La lectura rápida es el proceso de reconocer y absorber rápidamente frases u oraciones en una página de una vez, en lugar de identificar palabras individuales.

La cantidad de información que procesamos parece aumentar cada día, ya sean correos electrónicos, informes y páginas web en el trabajo, o redes sociales, libros y revistas en casa. Probablemente nos sentimos presionados para obtener esta información más rápidamente, para poder "estar al tanto" y tomar decisiones informadas.

La mayoría de las personas leen a un ritmo medio de 250 palabras por minuto (ppm), aunque algunos son naturalmente más rápidos que otros. Sin embargo, la rapidez en la lectura puede suponer el doble de esa tasa.

Exploremos ahora algunas de las habilidades que puedes utilizar para acelerar tu lectura.
Cómo acelerar la lectura

Todas las técnicas de lectura dinámica tienen algo en común: se evita pronunciar y "escuchar" cada palabra en la cabeza mientras se lee, un proceso conocido como "subvocalización". En cambio, te "deslizas" por líneas o grupos de palabras porque puedes entender las palabras más rápido de lo que puedes decirlas.

Una forma de evitar la subvocalización es centrarse en bloques de palabras, en lugar de palabras individuales. Para ello, relaje su rostro y "suavice" o amplíe su mirada sobre la página, de modo que deje de ver las palabras como unidades individuales y distintas. Al practicar esto, tus ojos saltarán más rápido por la página.

A continuación, cuando se acerque al final de una línea, deje que su visión periférica lleve sus ojos al conjunto final de palabras. Esto le ayudará a interrumpir las pausas en su lectura (normalmente en los puntos finales), lo que significa que se desplazará y llegará a la siguiente línea más rápidamente.


Ahora vamos a examinar tres métodos para aumentar la velocidad de lectura:

1. El método del puntero

La profesora de Utah Evelyn Nielsen Wood fue una de las pioneras de la lectura dinámica. En los años 50, afirmaba que podía leer hasta 2.700 ppm si pasaba el dedo por la línea mientras leía.

Este método se conoce como el método Pointer y también se denomina a veces "ritmo de la mano" o "meta-guía". El hecho de sujetar una tarjeta debajo de cada línea y tirar de ella hacia abajo de la página mientras se lee funciona de la misma manera.



2. El método del rastreador y el marcador

Se trata de una variante del método del puntero, en el que se sujeta un bolígrafo, con el capuchón todavía puesto, y se subraya o se sigue cada línea mientras se lee, manteniendo el ojo por encima de la punta del bolígrafo. Esto le ayudará a aumentar el ritmo con el que sigue cada línea y a mejorar su concentración en las palabras. Si realmente subraya las palabras es su elección.

 

Intente no dedicar más de un segundo a cada línea y aumente la velocidad con cada página siguiente. Es probable que al principio retengas muy poca información, pero a medida que entrenes tu cerebro y te sientas más cómodo con la técnica, tu comprensión debería mejorar.

 
Observación:

Una de las ventajas de estos métodos es que se reducen la necesidad de saltar hacia atrás y releer frases, un obstáculo para la lectura rápida que se conoce como "regresión".

 

3. Método de escaneo (o visualización)


El "escaneo" consiste en desplazar los ojos rápidamente por la página, normalmente por el centro, e identificar palabras y frases concretas a medida que se avanza. Pueden ser frases clave (normalmente la primera frase de cada párrafo), nombres, números o palabras e ideas clave. Aprender a ampliar la visión periférica puede ayudar a ello.

No leerás todas las palabras, pero tus ojos se posarán en lo que es importante para permitirte entender la idea básica. Puede ser útil utilizar un mapa mental para organizar la información que asimilas.


Consejo:

Aplicaciones como Spritz y Spreeder utilizan técnicas como la "Presentación visual rápida en serie" para entrenar al usuario a procesar la información más rápidamente.

 


 

4. Eliminar la subvocalización al leer | Dejar de repetir palabras en la mente

La subvocalización es un hábito común desde que aprendemos a leer; es un proceso normal. Porque cuando somos niños nos enseñan a repetir las palabras sílaba a sílaba para vocalizarlas y pronunciarlas bien.

Pero con el paso del tiempo esto se convierte en un problema porque la gente no suele abandonar este hábito y esto ralentiza nuestra forma de leer. 


¿Cuándo acelerar la lectura?

Todas estas técnicas pueden ayudarte a leer más rápido, pero ¿son adecuadas para lo que quieres conseguir?

La lectura rápida eficaz es un equilibrio entre el ritmo y la comprensión. Los estudios han descubierto que cuanto más rápido se lee, menos información se absorbe, especialmente cuando se trata de recordar detalles.

Por lo tanto, está claro que la lectura rápida no es la solución si se trata de leer un documento jurídico o técnico complejo, aunque se tenga prisa. Del mismo modo, sería prudente ir más despacio si el material que estás leyendo es nuevo o desconocido, o si tienes que enseñárselo a otra persona.

Sin embargo, cuando se necesita entender sólo los argumentos básicos o las conclusiones presentadas, el uso de una técnica de lectura dinámica puede funcionar.

Este puede ser el caso, sobre todo, si tiene la intención de volver a leer algo más despacio cuando esté menos ocupado. De hecho, un estudio ha sugerido que deslizarse por un texto puede mejorar su comprensión la segunda vez.


En general, si quieres memorizar algo, tendrás que leer despacio, a menos de 100 ppm. Un ritmo normal de aprendizaje es de 100-200 ppm y la comprensión es de 200-400 ppm.

La lectura rápida suele realizarse a una velocidad de alrededor de 400-700 ppm. Todo lo que supere las 500-600 ppm significa sacrificar la comprensión, aunque esto varía de una persona a otra.
Cómo mejorar la velocidad de lectura

Conocer el "cómo" y el "cuándo" de la lectura dinámica es sólo el primer paso hacia el éxito. Aquí tienes algunos consejos más para ayudarte:

    Evita las distracciones. Cree un entorno en el que haya el menor número posible de interrupciones y distracciones, para poder concentrarse plenamente en las palabras que tiene delante.
    Tómatelo con calma. Lee una novela sin complicaciones o un artículo sencillo en Internet para hacerte una idea de qué técnica te funcionará mejor. Evalúa cuánto has recordado o entendido y pon un cronómetro para ver cuánto más rápido estás leyendo ahora.

    Cubre las palabras que ya has leído. Esto le ayuda a evitar que sus ojos vuelvan a las palabras anteriores y a ralentizar su lectura.

 
    Saber lo que se quiere del texto. Esto puede ser útil si está utilizando el método de skimming, ya que le hace prestar atención para ver las palabras, oraciones o frases relevantes. Puede ir más despacio en estos puntos o rodearlos para enfatizarlos, pero por lo demás avanzar rápidamente por la página.

 
    Compara tus progresos. De este modo, podrá saber si su práctica está dando resultados. Hay muchas evaluaciones gratuitas de lectura rápida en línea, como en ReadingSoft.com.
    Practica, practica, practica. Hay que practicar la lectura rápida para que se te dé bien. Cuanto más practiques, más natural te parecerá.


Puntos clave

Hay diferentes técnicas que puedes utilizar para mejorar tu velocidad de lectura. Todos ellos implican pasar una página en lugar de "subvocalizar" cada palabra, como probablemente aprendiste en la escuela.

Una excelente lectura rápida implica práctica y reentrenamiento, así como aprender a concentrarse más en lo que se tiene delante y evitar las distracciones.

Pero es importante encontrar el equilibrio adecuado entre velocidad y comprensión: a veces la lectura dinámica no es apropiada ni útil.

 

By César A. Tapia


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